Su voz desgastada no se destempla nunca, pero a Don Corleone le temen y le veneran todos. Sus propios matones y todos los italoamericanos de los barrios de inmigrantes en Nueva York, que lo buscan para suplicar su ayuda cuando las instituciones más robustas e inútiles de América los han entregado a la arbitrariedad de las calles. Vito Corleone es una persona ecuánime, pero su hablar pausado y fatídico revela de antemano que tiene todo el poder, la fuerza y la decisión necesarios para hacer que se cumpla su voluntad, allí donde a él se le antoja.
Más que en América - sugiere Francis Ford Coppola al comenzar esta historia -, Vito Corleone cree ante todo en la familia, y después en la mafia y los balazos que aseguren el buen augurio de aquélla. Solo él, un muchacho desharrapado que llegó en un barco huyendo de la mafia siciliana, tuvo que abrirse paso a cuchillazos desde abajo. Su familia no tendrá que pasar apuros, ni vejaciones. Don Corleone, el Padrino de la mafia italoamericana, estira su mano protectora sobre ellos.
Por eso Vito Corleone llora cuando Michael, su hijo más brillante y dócil, tiene que matar también para defender a su familia, al mismo Vito herido en la cama. Y se derrumba del todo cuando su primer hijo es acribillado a balazos porque otros gángster se han atrevido a desafiar al Padrino.
También Michael llorará después como un Padrino viejo y venerado, porque él tampoco pudo proteger a su hija de las balas. A los Corleone, los mafiosos más formidables de América, todo su poder no les sirve para proteger a su familia del sufrimiento.
Más que en América - sugiere Francis Ford Coppola al comenzar esta historia -, Vito Corleone cree ante todo en la familia, y después en la mafia y los balazos que aseguren el buen augurio de aquélla. Solo él, un muchacho desharrapado que llegó en un barco huyendo de la mafia siciliana, tuvo que abrirse paso a cuchillazos desde abajo. Su familia no tendrá que pasar apuros, ni vejaciones. Don Corleone, el Padrino de la mafia italoamericana, estira su mano protectora sobre ellos.
Por eso Vito Corleone llora cuando Michael, su hijo más brillante y dócil, tiene que matar también para defender a su familia, al mismo Vito herido en la cama. Y se derrumba del todo cuando su primer hijo es acribillado a balazos porque otros gángster se han atrevido a desafiar al Padrino.
También Michael llorará después como un Padrino viejo y venerado, porque él tampoco pudo proteger a su hija de las balas. A los Corleone, los mafiosos más formidables de América, todo su poder no les sirve para proteger a su familia del sufrimiento.
3 comentarios:
Sir Marlon Brando. Miedo me da escribir el nombre: Cor-le-o-ne. Uff. Y recuerda que "la familia es lo más importante".
PD: por cierto que para frases míticas de actores vendidos a la Mafia: "¿Estás hablando conmigo?".
Más miedo me daría encontrarme en la vida real con cualquiera de los matones perturbados que ha interpretado Joe Pesci
la frase de "goodfellas", ¿no? un personaje casi idéntico - matón perturbado - al de "casino", unos años después. grandes figuras.
y es que los personajes de esa profundidad y calidad están llevados casi a la perfección por ese género, el de los "gangster films"...
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